El gobierno japonés anunció el despliegue de un nuevo sistema de misiles tierra-aire en la isla de Yonaguni, uno de los puntos más cercanos a Taiwán dentro del territorio nipón. La decisión, confirmada por el ministro de Defensa Shinjiro Koizumi, ocurre en medio de un incremento de tensiones con el régimen de Beijing, luego de recientes declaraciones de la primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, quien expresó su disposición a defender a Taiwán en caso de una agresión militar china.

Koizumi defendió el despliegue tras visitar personalmente la base militar en la isla, ubicada en la región de Okinawa. Según explicó, la presencia de misiles tiene como objetivo disuadir un posible ataque contra Japón, y no escalar la tensión regional:
“Este sistema reducirá los riesgos de un ataque armado contra nuestro país. Las críticas que afirman que esto alimentará la tensión carecen de fundamento”, declaró al periódico Asahi Shimbun.
Los misiles instalados serían de alcance medio, similares a los sistemas SAM utilizados por Estados Unidos, capaces de interceptar aeronaves de combate y misiles de crucero, una capacidad crucial en caso de una ofensiva aérea proveniente del estrecho de Taiwán.
Yonaguni: un punto estratégico
La isla de Yonaguni se encuentra a apenas 110 kilómetros de Taiwán, lo que la convierte en un punto clave dentro de la estrategia japonesa para reforzar su defensa en el suroeste. Japón ha incrementado su presencia militar en esta zona durante la última década con nuevas bases en:
- Yonaguni (2016)
- Amami Oshima y Miyakojima (2019)
- Ishigaki (2023)
La estrategia responde a la creciente actividad militar china en el mar de China Oriental, donde Pekín y Tokio mantienen disputas territoriales en torno a las islas Senkaku/Diaoyu.

Política y diplomacia: declaraciones que incomodan a China
Las tensiones aumentaron luego de que la primera ministra, Takaichi, afirmara que una agresión china contra Taiwán podría obligar a Japón a responder con fuerza. Estos comentarios provocaron críticas inmediatas de Beijing, que considera a Taiwán parte de su territorio y reclama que otros gobiernos se abstengan de intervenir en lo que califica como “asuntos internos”.
Taiwán, un actor clave en la región
Taiwán es autónoma desde 1949, tras la guerra civil china, aunque solo mantiene relaciones diplomáticas con unos pocos países debido a la presión internacional del Partido Comunista Chino. Pekín insiste en que la reunificación debe ser “pacífica”, pero no descarta un recurso militar si la isla declara una independencia legal.
Apertura comercial entre Japón y Taiwán
Pese al contexto geopolítico, Tokio y Taipéi reforzaron su cooperación la semana pasada cuando Taiwán anunció el levantamiento de restricciones a los alimentos provenientes de Fukushima, vigentes desde 2011 tras el desastre nuclear que siguió al terremoto y tsunami.
Esto coincide con la reciente decisión del gobernador de Niigata, Hideyo Hanazumi, de autorizar la reactivación de la planta nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, la más grande del mundo y clausurada desde el accidente de Fukushima. La reapertura ha reavivado el debate público sobre energía nuclear y seguridad alimentaria en Japón, temas que influyen en sus relaciones comerciales con la región.




