Senado mexicano da luz verde a tropas estadounidenses: Entrenamiento, diplomacia militar y un toque de pragmatismo
En un hecho que llamó la atención tanto en círculos políticos como en la opinión pública, el Senado de la República aprobó este martes 10 de diciembre de 2024, de manera unánime, la entrada al territorio nacional de 11 militares estadounidenses. Sí, leyeron bien: unánime. Parece que por fin algo logró que todos los legisladores estuvieran de acuerdo, y no, no fue el menú del día.
El evento que une a ambos ejércitos
De acuerdo con el dictamen avalado en la Comisión de Defensa Nacional, liderada por Ana Lilia Rivera, esta autorización responde a una solicitud enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. El objetivo es permitir la participación de estos elementos del 7º Grupo de Fuerzas Especiales del Comando Norte de Estados Unidos en actividades de entrenamiento con las Fuerzas Armadas mexicanas.
El entrenamiento se llevará a cabo en dos fases: primero, en el Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales en Temamatla, Estado de México, del 27 de enero al 23 de marzo de 2025. Posteriormente, la delegación continuará su labor en el Centro Nacional de Adiestramiento en Santa Gertrudis, Chihuahua, del 24 al 27 de marzo del mismo año. Así que, si ven helicópteros por ahí, no se alarmen, no es una película de acción… todavía.
¿Por qué tanto alboroto?
El comunicado del grupo parlamentario de Morena en el Senado explica que la autorización tiene fines específicos:
- Desarrollar la compatibilidad operativa entre las fuerzas especiales de ambos países.
- Fortalecer las relaciones militares mediante misiones conjuntas.
- Mejorar la capacidad de planificación tanto táctica como operativa.
En otras palabras, esto no es una visita de cortesía. Es una alianza estratégica que busca pulir habilidades y mejorar la coordinación entre ambos ejércitos. ¿El objetivo final? Presuntamente, una mejor respuesta conjunta ante amenazas compartidas, como el narcotráfico y el crimen organizado. O como algunos podrían llamarlo, un “intercambio de tácticas y de cordialidad obligatoria”.
“Detalles técnicos” …
El decreto, aprobado por los 102 legisladores presentes (sí, todos de acuerdo, probablemente algo que no veíamos desde la última vez que alguien sugirió el receso para comer), establece que los militares estadounidenses estarán en México desde el 27 de enero hasta, como máximo, el 28 de marzo de 2025. Dos meses de colaboración que, esperemos, resulten más productivos que una junta laboral de lunes por la mañana.
🔴 Sesión de la Cámara de Senadores, del 23 de abril de 2024. https://t.co/jG6xM5Ov5e
— Senado de México (@senadomexicano) April 23, 2024
El presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, anunció la aprobación con su característico estilo: “Queda aprobado en lo general y en lo particular el decreto por el que se concede a la titular del Ejecutivo Federal la autorización para permitir el ingreso a territorio nacional de 11 elementos del ejército de los Estados Unidos de América”. Sí, un poco técnico, pero al punto.
¿Qué significa esto para la relación bilateral?
Este tipo de ejercicios no son nuevos, pero siempre generan controversia. Algunos lo ven como un paso positivo hacia la colaboración binacional en seguridad. Otros, más escépticos, podrían preguntarse si este tipo de interacción realmente beneficia a México o si solo es otro episodio en la larga historia de una relación compleja.
Por ahora, queda claro que esta colaboración tiene metas muy concretas, aunque no deja de levantar cejas. ¿Será este el inicio de un capítulo más fluido en la cooperación militar? O, ¿terminará siendo solo una anécdota más en la relación agridulce entre ambos países? Habrá que esperar a marzo para ver si este entrenamiento cumple con las expectativas… o si termina como un capítulo de reality show militar.
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